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JACOBO MAESTRE HA HECHO HISTORIA
Mientras que la afición del Puertollano no se creía la cesión de Jacobo Maestre, los medios de comunicación si y NO profesionales sabíamos que Jesús Giménez había ganado la batalla a Jacobo. Era un secreto a voces y sabíamos que tarde o temprano la cuerda se tenía que romper por el lado más frágil, el del entrenador. Un entrenador que ha escrito una página en el libro de la historia de Puertollano. Joven, honesto y con el trabajo y el esfuerzo desinteresado por bandera, Jacobo Maestre ha sido destituido de la manera más ilógica y más cruel que se podía pensar.
La afición se pregunta incluso que el club se va a gastar un dineral en el finiquito del entrenador. No, que todo el mundo se tranquilice porque Jacobo no se va a llevar nada del otro mundo. ¿Por qué?. Porque Jacobo ha cobrado SIEMPRE como segundo entrenador, es decir, que el presidente no le ha mejorado el contrato en ningún momento y ha sido de los que menos ha cobrado de la plantilla sin lugar a dudas. Por eso el finiquito será como una propina por Navidad. Ahora, el nuevo técnico se llevará lo que haga falta. ¿Será por dinero?
Porque Jacobo ha sido el más profesional que ha habido en Puertollano en muchos años. Si había problemas económicos, a él no le preocupaba porque su misión era la de entrenar y trabajar. El dinero era algo secundario. Porque Jacobo se las ha tragado como puños para no crear problemas y aprovechar la oportunidad de su vida. Porque Jacobo se ha tenido que buscar sus vídeos de los rivales sin llegarle ningún informe del director deportivo. Porque Jacobo venía de Ceuta a las seis de la mañana y a las ocho ya estaba entrenando. Porque Jacobo ha pedido jugadores que ha necesitado y se han reído de él y han pasado de él.
Porque Jacobo ha tenido a la plantilla dividida y ha tenido que seguir trabajando. Porque a Jacobo le han faltado el respeto deportivamente y no ha tenido ni un solo apoyo dentro del club. ¿Cuántas veces ha pasado Jesús Giménez al vestuario sin permiso del entrenador y sin decir ni buenos días? Porque Jacobo ha trabajado siempre con presión, desde el primer día, y no ha habido nadie que pusiera calma en el asunto. Porque Jacobo era un “inexperto” y no ha tenido un empujoncito de nadie ni una palmadita en la espalda. Todo eran zancadillas. En definitiva, un entrenador que lo ha pasado muy mal por el bien de la Unión Deportiva Puertollano y que no ha tenido su recompensa.
En su debut en categoría nacional y con tan sólo 33 años, deja a un equipo quinto y a un punto del play off. Perfecto debut. Él dice que se va con la cabeza bien alta, pero es para estar jodido, muy jodido. Ofertas no le van a faltar porque ya lo conocen por toda España, así es que no queda otra que decirle, adiós y gracias.