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VAYA POR DIOS

Fernando Romero (Deportellano de guardia)

Hooooola Carlitos. La temporada pasada te marchabas de vacaciones y a tu regreso el balance de resultados que te encontraste fue bueno. Este año lo mismo. Volverás de tus “vacances” como tu dices con dos victorias en los tres partidos que te has perdido. Dos victorias justas, merecidas y jugando bien y una derrota (la de ayer) dando la cara y generando respeto.

Lo que pasa es que ayer hubo una serie de factores que hacían que la victoria se complicara más. Para empezar, nos tocaba jugar contra un Granada herido en su orgullo. Habían y han confeccionado una plantilla que busca terminar entre los cuatro primeros puestos (como primer objetivo). Pero el inicio estaba siendo complicado, viviéndose un ambiente tan tenso que se podía cortar en las gradas de Los Cármenes. Me suena ese ambiente y sé que a ti también porque ya lo vivimos aquí a finales de la temporada pasada. Llegaron los aficionados granadinos con el “cuchillo entre los dientes” y eso lo notaron sus jugadores, que realizaron (según los medios de allí) el mejor partido de lo que se lleva de temporada. Y tuvo que ser ante la UD Puertollano ¡Vaya por dios!

Segundo: la defensa ayer no fue la defensa de otros partidos. Más floja de lo esperado ante un rival que salió descaradamente a por la victoria. Y cuando hablamos de defensa no solo hablamos de los cuatro de atrás, sino de todo el equipo, pero ayer las imprecisiones costaron tres puntos. Por cierto, que Amores está tristón, ¿raro verdad? Sé que no te lo crees, Carlitos, pero es así. No le están saliendo del todo bien las cosas al lateral madrileño y encima tiene por detrás, echándole el aliento en el cogote a un Pomar que va creciendo conforme va teniendo minutos. ¡Ánimo Antonio, queremos ver de nuevo esa sonrisa!

Tercero: en el Granada jugó ayer como lateral izquierdo un viejo conocido nuestro. Iván Menéndez Candela. Siempre se dice que cuando un jugador se mide a su ex equipo se extra motiva y siempre marca. Pues bien, se tuvo que cumplir con el tópico. No era de extrañar. Me comentaba el propio Candela que las cosas no le estaban saliendo bien hasta el momento allí. Que la semana pasada tuvo que soportar un ciclón de críticas tanto de aficionados como de los medios de comunicación por su mal “último partido”. Necesitaba demostrar en Granada que su condición avalada desde Puertollano no era un engaño. Se salió el lateral izquierdo ayer por la mañana. Y además no firmó un gol, firmó un golazo. Y tuvo que ser ante la UD Puertollano. ¡Vaya por dios!

Y para finalizar, el Granada, que supo marcar en los momentos claves: primero lo hacía nuestro Granada (coincidencias de la vida) pero a los tres minutos golazo de Altuna. Nuestro gozo en un pozo. Cuando todos firmábamos el empate “zas”, golazo de Candela. Buen momento para él, mal para nosotros. Y cuando mejor lo estaba haciendo el Puertollano en la segunda parte “zas”, el tercero del Granada y segundo de Altuna. Se acabó el partido, porque aunque Jacobo Maestre sacó a toda su artillería pesada en ataque (Honorio y Ortiz) y Tariq marcó (no falla este muchacho) no fue suficiente para remontar el partido. Ni siquiera para empatar.

No me olvido de otros detalles. Primero, el ambiente en el estadio, con una afición que no paró de animar en todo el partido. Segundo, que el escenario nos invita a soñar con nuestro nuevo estadio. El fútbol se vive de otra manera en recintos como el de ayer o como el del Puertollano en el futuro. Tampoco quiero pasar la ocasión para reconocer el exquisito trato que recibimos este año en Los Cármenes. Si bien el año pasado estuvimos fuera de las cabinas (pasando un frío del “carajo”) haciendo el carrusel, este año ha habido cabina de prensa y hasta un regalo. El jefe de prensa estuvo en todos los detalles y así es mucho más fácil trabajar. Un cero el año pasado. Un diez en esta ocasión. Gracias compañeros.

Y por último, zanjar una polémica. Candela marcó, y lo celebró. Había salido en el diario La Tribuna que si marcaba, no lo celebraría. Pero lo celebró y me lo explicó. Su celebración fue una explosión de rabia, tenía que soltar de alguna manera todo el “orgullo herido” que le estaba comiendo por dentro. Lo celebró con los suyos y pidió perdón a los nuestros. Fue una reacción instantánea, como la que algunos tenemos cuando marca el equipo, aún a riesgo de que alguien se pueda ofender (menos mal que ayer tenía a Chicastro cuando marcó el primer gol el Puertollano para tirarme de la camiseta y frenarme). ¡Así pasa! Que nunca hago la foto adecuada. Sus palabras al acabar el partido fueron: “Tú que me conoces sabes que lo último que haría es hacer sentir mal a una afición como la de Puertollano que me trató de maravilla”. Poco más hay que decir, a buen entendedor…

Y me despido, he hecho lo que he podido, pero en esta sección, tú eres el rey. Así es que el domingo ya te toca a ti. Menos mal. Ponte las pilas que las vacaciones ya casi han terminado. Supongo vendrás con fuerzas renovadas.