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EL REENGANCHE, LAS MARGARITAS Y EL SILENCIO DE T�BAR

Esto es fútbol, y lo que una semana es blanco la otra es negro, o viceversa. Todavía no hay nada hecho, y quedarán minutos para sufrir, sobre todo la semana que viene en el derby ante el Conquense. El milagro aún es posible, porque el Puerto se ha reenganchado a la lucha. Una lucha difícil, pero lucha al fin y al cabo.
 
Y es que la jornada ha salido bien, aunque podría haber salido mejor. El sábado ya perdía el Marbella en El Ejido, y hoy ha estado a punto de pinchar el Melilla que ha salvado los muebles en el descuento. El Conquense prácticamente dice adiós, por lo que al final será una lucha fraticida entre Marbella, Melilla y Puertollano, donde, sinceramente veo favorito a los Ramos, Conget y compañía. (Por favor, no me peguen).
 
Hoy se conseguía la victoria ante un equipo descendido (hoy matemáticamente), pero que ha sido mejor en la segunda parte, algo que tendrá que corregir Tébar porque ya no hay tiempo para contemplaciones. Dos goles de dos jugadores poco habituales en estas lides, Medina y Manu Arias, que han celebrado por todo lo alto, sobre todo este último, al que se le olvidó besarse el anillo para dedicárselo a su novia, aunque ya queda dedicado desde estas líneas ¿vale?. Ya soñó el capitán que marcaría un gol importante, quien sabe, a lo mejor ha sido el de hoy, habrá que esperar aún para saberlo.
 
Pero antes de hablar del asunto de la semana, les voy a contar un secreto. Ya saben como son las mujeres con las flores, pues bien, al dirigirnos al José del Cuvillo, antes de entrar al coche, a nuestras pacientes mujeres (la mia y la de mi compañero Fernando), les dio por coger de un parque un par de margaritas. “A ver que vamos a hacer hoy, ganamos, no ganamos, ganamos, no ganamos, ganamos, …” En ambas flores salió GANAMOS, y como dice una canción de Alejandro Sanz, “la margarita dijo si”. Así es que ya saben, si no quieren esperar a saber el desenlace del Puerto en esta liga, salgan, cojan un par de margaritas y prueben suerte.
 
Y luego está lo de Tébar. Hablo (o escribo) sabiendo de primera mano que con este medio en particular, el mister no tiene problemas (o al menos de tal rango como para no hacer declaraciones), pero eso no quita para que un servidor esté de acuerdo con la decisión tomada de no hablar para los medios de aquí al final de temporada, pero es su decisión y Deportellano la respeta como el que más, pero ni mucho menos cree que es la más correcta.
 
Podría estar más o menos de acuerdo en que de lunes a viernes no hable para nadie, pero otra cosa son las previas y mucho más las ruedas de prensa tras los partidos. Ahí si creo que se equivoca.
 
Un entrenador está para lo bueno y para lo malo, porque para lo bueno todos valemos, pero hay que saber torear también las malas corridas. El “quitarse de en medio” porque este o aquel me hacen preguntas que me comprometen, o simplemente porque a determinados medios de comunicación no quiero atender es no saber poner la muleta de la forma correcta para la embestida.
 
Un simple “no te voy a contestar a eso”, “centrémonos exclusivamente en lo ocurrido en el partido” o “siguiente pregunta, por favor”, estamos hartos de verlo por la tele, escucharlo en la radio o leerlo en los periódicos, y con eso hubiera bastado para sortear las tres semanas que quedan de competición, pero es más fácil desaparecer, y lo que es peor, pasarle el muerto al bueno de Rojas, que tendrá que contestar a lo que Tébar no está dispuesto a hacer, porque queramos o no, el primer entrenador es el máximo responsable y es el que tiene que dar la cara, aunque eso suponga exponerse a que te la puedan partir.
 
Él sabe que se ha equivocado, eso también lo digo, y aunque es un poco tarde para rectificar, también se dice que rectificar es de sabios, así es que, usted mismo Andrés.
 
Ellos (Tébar y el Club) lo han decidido así, y así lo asumiremos, pero repito que esa no es la solución más idónea, desde mi punto de vista.
 
A los demás, disfruten del 0-2 y esperen pacientes al próximo domingo, que será de feria y esperemos que de fiesta por la victoria.