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EL GOL DE HONORIO Y OTRAS CUESTIONES

Ante todo FELIZ AÑO a todos. Las vacaciones se acaban y hay que volver a la rutina. Atrás quedan los turrones, los polvorones, Papa Noel, las uvas, las serpentinas y los petardos y ya sólo queda pensar en los Reyes Magos.

Unos reyes que han dejado tres puntitos en el Sánchez Menor, como regalo adelantado tal y como rezaba la carta que los industriales escribieron a sus majestades de Oriente, y que quedó reflejada en nuestra portada de la previa.

Además han dejado un regalo muy especial. Un regalo que comenzó a labrase en las botas de Granada, pasó por las de Encinas (gran jugada la suya) y terminó en las de Honorio para que el pequeño delantero marcase el gol que tanto tiempo llevamos esperando. EL GOL DE HONORIO. Han tenido que pasar 19 partidos de liga y en concreto 1056 minutos para que nuestros ojos vieran a Honorio celebrar un gol propio. Y lo pudo hacer antes en el día de hoy, y en partidos anteriores, pero se lo han tenido que dejar los Reyes y claro, sus majestades hasta enero no llegan. Algunos ya veíamos carbón en su chimenea.

Todo esto me recuerda al GOL DE ANELKA. Cuando el francés llegó al Madrid tardó lo suyo en hacer el primer gol (la verdad es que no hizo muchos) , pero tras ese gol, del que algún programa sacó un video titulado “el gol de Anelka” (y no es coña), vinieron otros entre los que se incluyen los marcados al Bayern y que dieron pie a la Octava copa de Europa del Madrid. ¿Será una premonición? En esto del fútbol nunca se sabe y ahora nuestra Champions son los play offs.

Honorio dejó el campo y dio el testigo a Ureña, y me alegro por el chaval, que ha jugado sus primeros minutos en Segunda B. Un jugador de la casa al que hay que darle minutos de vez en cuando (aunque últimamente a los de “casa” se les pone en entredicho más de la cuenta). No salen muchos jugadores válidos de nuestra cantera, pero los que salen hay que aprovecharlos.

Ureña fue convocado en detrimento de Ortiz, y es que el rubio delantero no se portó muy bien durante los entrenamientos, y claro “Castigo al Canto” y a la grada. Jacobo no quiere que nadie saque los pies del tiesto, él es el entrenador y es a él a quién hay que hacer caso. Porque cuando un hijo contesta al padre, lo normal es que el hijo vaya al cuarto de los ratones, como hacia Don Pantunflo con Zipi y Zape, no es nada raro, pero es que aquí nos extrañamos por cualquier cosa.

Y por último vamos con Jacobo. Que cosas tan raras tiene el fútbol ¿verdad?. A más de uno se le llenaba la boca al principio de temporada con la palabra SALVACIÓN. Vamos camino de ello. La primera vuelta termina con 32 puntos, y aunque en el fútbol 2+2 no son 4, todo hace indicar que los 45 necesarios están chupaos. Hay que ganar 4 partidos de 19 y no está Hierro en el banquillo. Podemos.

El caso es que igual que la palabra Salvación estaba en boca de todos, la palabra CONFIANZA salía a borbotones de boca de directivos de la UD. Puertollano. Confianza en Jacobo Maestre, un chico de Puertollano que aún careciendo de experiencia en la categoría se hace cargo del equipo sin rechistar. Era su oportunidad. Una oportunidad para demostrar lo que había aprendido dirigiendo esa escuela en Las Rozas. El club no se podía permitir otro desembolso económico en otro entrenador y Jacobo acepta cobrando mucho menos que otros entrenadores que han ocupado el banquillo y mucho menos de otros que pudieran venir en un futuro.

Jacobo, un tipo trabajador, con sólo una cosa en la cabeza: Fútbol. Ese es el responsable de la plantilla industrial. Ese el responsable de que el equipo tenga 32 puntos. Ese es el responsable del “jogo bonito” de las primeras jornadas y del “juego reservón” de algunas últimas. Ese es el responsable de las victorias, pero también de los fracasos. El máximo responsable del vestuario, aunque otros quieran ejercer esa labor sin que ese sea su cargo. Cada uno en su parcela y trabajamdo bien hacen de 23 jugadores un equipo. Uno los ficha, otros los entrena, pero hay otro que debe mediar entre los dos, y debe hacerlo ¡ya!.

Si ponemos todo en una coctelera, mezclamos y servimos ¿hay a alguien que le entre en la cabeza que este entrenador a día de hoy pueda estar cuestionado? No nos equivoquemos, no tropecemos dos veces en la misma piedra. No nos engañemos, pero aunque parezca mentira Jacobo no las tiene todas consigo.

Confiemos en que las aguas vuelvan a su cauce, o mejor pídanlo a los Reyes. Quién sabe, hoy al menos han dejado lo que se les pidió.