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CON PAVONE EMPEZ� LA RACHA, CON PAVONE SE TERMINA

El fútbol está lleno de paradojas. Hoy nos ha vuelto a dejar otra.

Hay una que se repite mucho, y es cuando un club cede o vende a un jugador a otro equipo. No se porqué, pero en un alto porcentaje, cuando ambos equipos se enfrentan, el jugador cedido o vendido es el que hace la faena a su antiguo club. Si ha sido vendido, pues mala suerte y si ha sido cedido te hace la puñeta bien hecha, por eso existen las cláusulas para que ese jugador no juegue ante el equipo que le paga. Son paradojas del fútbol.

El día 3 de Febrero, la Unión Deportiva Puertollano ganaba en el Sánchez Menor a un rival directo (quien lo diría por aquellas fechas), el Marbella. El resultado fue dos a cero. Aitor Goñi adelantó muy pronto a los azules (minuto 2), luego tocó sufrir, con llegadas al área pero sin el gol que nos diera esa tranquilidad. Salió Pavone, el jugador que un mes antes, había sido anunciado como descarte del club. El nuevo entrenador no contaba con él, pero prefirió quedarse y luchar por un puesto. Ese dia saltó al césped en el minuto 72, y en el descuento dio la tranquilidad a la parroquia, que se desgañitó gritando el nombre del jugador argentino.

Desde aquella tarde, habían pasado once partidos y casi tres meses (seis días quedaban para cumplirlos). El Puerto no volvió a ganar y Pavone no volvió a marcar…. Hasta hoy.

Era el día propicio, aunque eso ya lo hemos dicho unas cuantas semanas. Nos recibía el Algeciras (que con ese portero de nombre Juanito, no se que hace en la cola de la tabla), un equipo ya descendido, que no cobraba, en definitiva presa fácil para los de Hierro. Pero está visto que en el fútbol no hay nada fácil, y de eso pueden dar fe los propios futbolistas.

El partido era de esos que, cuando no lo estás viendo y lo estás escuchando por la radio, dices, “en la próxima marcamos”, pero la primera ocasión que fue un “Uuy” no entra, la siguiente tampoco, la tercera se convierte en otro “Uuy”, y cuando no son los delanteros que están fallones, es el portero que no quiere que con él se tenga el mismo debate que con Raul en la selección. “Luís llámame, que mitra lo que estoy haciendo hoy” , le faltó decir a Juanito. Si es verdad que muchas fueron acierto del portero, pero también otras pocas fueron errores de los nuestros, y eso si que era preocupante.

Andrés Ramos, Gallo, Villa, luego Sufro y por último Pavone. Todos los delanteros azules estaban teniendo la oportunidad de alejarnos de una vez del dichoso descenso. Los minutos pasaban y el cero a cero parecía inamovible, pero apareció el pibe, apareció Pavone, como aquel lejano 3 de Febrero, para poner la cabeza y acabar con la sensación de angustia de todos los aficionados azules. Después de un gol de Pavone se inició la mala racha, y después de un gol de Pavone se termina. No me van a decir que no es curioso. Sólo falta decir ¡que bueno que viniste pibe!, tan sólo tres goles, pero dos de ellos y sobre todo el de hoy, importantísimos. Son las paradojas que deja el fútbol.

Estoy seguro que cuando Pavone no esté, si alguna vez se enfrenta al Puertollano con otro equipo, el pibe nos la enchufa, Ya lo explico al principio, porque alguno habrá dicho, ¿a cuento de que nos suelta este hoy esta milonga? Pues precisamente por esto, por las paradojas del fútbol.

Al fin respiramos, esta semana toca ¡por fin! Tranquilidad extrema. Quedan 9 puntos, el descenso está a seis. Esto creo que está hecho, aunque siempre quedan las múltiples paradojas del fútbol.

Hoy de momento no tenemos fotos del encuentro. Las pondremos en cuanto las recibamos. Mientras se pueden deleitar con las del Homenaje a Pepín, expuestas en el Desde la Grada anterior.

Hoy más que nunca, ¡sean felices!

El aficionado de la semana