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TEN�A RAZ�N HIERRO, ESTE ERA UN PARTIDO TRAMPA

Pues sí, parece que el mister sabe de esto. Ya el sábado después del entrenamiento, cuando hablamos con él para la previa del partido, lo dejaba claro el entrenador malagueño de la Unión Deportiva Puertollano, “Yo no me fijo en lo que se dice del contrario, el Lorca es un buen equipo y esto es un partido trampa. Ya le he dicho a los chavales que no quiero ningún tipo de relajación”.

 

Y es que desde Lorca se estaba vendiendo un equipo roto, con muchas bajas, con cuatro o cinco jugadores que habían pedido la baja, porque la economía del club no era muy boyante que digamos. Además su situación en la tabla no era precisamente la que corresponde a un equipo recién descendido de la Segunda División A.
Todo lo contrario sucedía aquí en Puertollano. Tras la destitución de De la Nieta, la afición había pasado de gritar a aplaudir, el equipo no recibía goles, Rojas estaba a un paso del record de imbatibilidad (record que ha conseguido), el ánimo de los jugadores estaba por las nubes, los jóvenes contaban, y mucho, para el mister y todo lo contrario que en Lorca, Hierro recuperaba jugadores para el partido de hoy, concretamente a Manu Arias y el único fichaje de invierno, el brasileño Marchiori. Es cierto que perdía para unas semanas a uno de los jugadores claves del equipo, el navarro Conget, pero ¿Qué más da? Si veníamos de ganar al Granada en Los Cármenes 0-2, ¿Quién dijo miedo?. La ilusión había vuelto a aterrizar sobre Puertollano.

 

Es verdad que el equipo ha notado cierta mejoría, se ha visto en los partidos de Lucena y Granada, pero ¿y en el Sánchez Menor?. Quitando aquel partido en que se ganó por 1-0 al Talavera (sin grandes alardes, esa es la verdad), la gran masa de aficionados de Puertollano no había visto al equipo del que todo el mundo que se había desplazado a tierras andaluzas en las dos últimas jornadas hablaba. Ese equipo donde Vicente se había convertido en el amo y señor del centro del campo, ese equipo donde Gallo y Andrés Ramos habían recuperado el olfato de gol y ese equipo que además de ganar hacía fútbol. Todo eso lo esperaban ver los aficionados en el Sánchez Menor. Pero está claro que eso sigue siendo la asignatura pendiente.

 

Para empezar Vicente se lesionaba en el calentamiento, bueno más que lesionarse, no superó la prueba a la que estaban sometiéndole después del pequeño esguince que se produjo el viernes. Juli ocupó su lugar en el centro del campo, y Carlos Sanz el de este en el banquillo. Allí estaba también Marchiori, el jugador a quien todos estábamos esperando ver. Habrá que darle tiempo al bueno de Fernando.

 

La euforia se vivía en el césped, se notaba en el ambiente. Richard recibió el premio al mejor jugador de Diciembre, rodeado de aficionados de la Peña Ilusión Azul, y después la peña Los Chapelas se hacían una foto de familia con todo el equipo tras saltar al terreno de juego. Demasiado jolgorio, demasiada fiesta. Una vez escuche que a Fabio Capello no le gustaban las celebraciones y las entregas de premios antes del pitido inicial de los partidos, decía que distraía a los jugadores y no salían mentalizados al cien por cien en el partido. Y el caso es que cada vez que existía algo de eso, el partido era raro, soso y muchas veces el resultado no era el que el italiano hubiese deseado, o sea, la victoria de su equipo.

Quizás no sea este el caso, pero cada vez que veo algo relacionado me acuerdo, y hoy se ha cumplido, muy a mi pesar.

Se ha perdido una gran oportunidad de arrimarse al cuarto puesto, pero queda liga para aburrir, y lo bueno es que la semana que viene el equipo juega fuera. Es curioso decir esto, pero es verdad, el equipo fuera de casa juega sin tensiones, sin miedo a que en caso de fallo, se lleven la bronca del siglo. Por que esa es otra, animar lo que es animar se anima poco, y los que lo animan lo hacen totalmente descompensados. El sonido de los bombos cada uno por su lado, es hasta doloroso para el oido. Además me he dado cuenta que 20 personas cantando hacen más ruido que 20 bombos. Pruebenlo y lo comprobarán. Otra cosa curiosa, hoy sin ir más lejos he descubierto el sonido que hacen muchísimas personas comiendo pipas (ha habido un rato que sólo se escuchaba eso, las pipas). Sin embargo cuando el equipo juega fuera… eso es otra historia.

 

Lo dicho, la derrota de hoy se arregla con una victoria en Mazarrón. Eso si, esperemos que ese no sea otro partido trampa.

El aficionado de la semana