Logo desde la grada
OTRO VIAJE DE VUELTA CON DERROTA

Cuando uno se levanta para trabajar a las 7 de la mañana, las ganas son poco más o menos “ninguna”. Esto creo que es universal, tanto por madrugar como por ir al trabajo.
Otro caso distinto es madrugar para hacer algo que te gusta, en este caso ir a un partido de fútbol. Un partido que tú equipo juega fuera. Aquí la cara cambia. El rostro refleja ilusión, mezclado con sueño, porque al fin y al cabo, madrugar es siempre madrugar.

Los viajes de ida, son como digo, al menos ilusionantes. Llevas la esperanza de ver un buen partido, conocer algún sitio nuevo y lo más importante, ver ganar a los tuyos.

Otra cosa muy distinta son los viajes de vuelta. Aquí todo depende del resultado que se consiga. Y dentro de esto, existen multitud de variantes. 1º.Que el equipo, gane, pierda o empate (esto lo tenemos todos claro). 2º.Que pierda o empate injustamente, con lo que el malestar en la vuelta es aún peor. 3º.Que gane también injustamente. Ahí vienes siempre diciendo “Para cuando nos toque a nosotros”. Y 4º. Simplemente que se gane porque se ha merecido y punto. Entonces la vuelta se hace incluso corta, auque vengas, por ejemplo, de Huesca o Villanueva del Fresno, que como todos recordarán es un pueblecito ubicado donde Cristo perdió el mechero, allí al lado de Portugal. Recuerdo que ambos partidos se empataron, pero fueron empates con sabor dulce, porque significaban, uno tener encarrilada la final de la copa Federación y el segundo, el comienzo del sueño del ascenso a Segunda B. Imagínense entonces la vuelta de Arcos de la Frontera, con un 1-2 favorable a los azules, que ponía el ascenso en bandeja de plata a los Berja, Borrallo, Gustavo, Chispas Olmo, Luismi, Dupi y compañía. En estos momentos amargos suelo acordarme de ellos y de los buenos momentos y buenos viajes de vuelta que nos hicieron pasar.

Ahora “casi” cada desplazamiento supone un viaje de vuelta amargo. Es una sensación a la que, yo personalmente, no estoy del todo acostumbrado, porque aunque sea un tópico, cuando comes siempre jamón, es muy difícil cambiar de repente a comer mortadela, aunque esta sea de aceitunas.
En estos viajes de vuelta, no analizas ni siquiera el juego del equipo, la felicidad del viaje de ida se torna en “cabreo” y en mi caso, sólo me limito a escribir en el coche esta columna y buscar un titular para la portada que no hurgue más en la herida.

Hoy es muy fácil acordarse del árbitro, de hecho, nos acordamos y podemos afirmar que el gol del Alcalá viene precedido de un penalti que el árbitro se inventa. Un penalti de risa, como titulo en la portada de la crónica de hoy, donde el que recibe la falta es el propio Amores que es empujado por detrás, en el inicio de la jugada. (Pueden verla ampliando la imagen de portada). También podríamos acordarnos de un terreno de juego, donde, como nos dijo un sevillano con la gracia que les caracteriza, “Siembras patatas y recoges margaritas”. Eso mismo, parecía un “sembrao”, donde lo último que se le ocurriría a alguien hacer allí es disputar un partido de fútbol ¡¡de Segunda B!!.
Pero sería injusto, o eso creo yo, achacar el 100 por 100 de la derrota a estos dos factores. Hoy hemos perdido un partido, que nunca deberíamos haber perdido. El equipo que tenía el Puertollano enfrente sufrirá de lo lindo en este grupo. A lo mejor igual que nosotros. La primera parte ha sido para olvidar y sólo en la segunda el equipo ha metido a los locales en su campo, buscando un empate que al final no ha llegado. Quizás era demasiado tarde para actos de valentía. Aún así el empate hubiera sido lo más justo.

Por eso vamos en el viaje de vuelta aburridos. En el coche nadie habla. Sólo en la parada que hacemos a comer se recuerdan las jugadas claves del partido. Después kilómetros y kilómetros “casi” en silencio. No se como serán esos viajes en los autobuses de aficionados, pero supongo que no distará mucho de lo que les cuento aquí.

La siguiente salida es a Jaén. El desplazamiento es más corto y el viaje de vuelta si el resultado no es favorable será más rápido. Esperemos que volvamos con la sonrisa en la cara, porque la cara de hoy de mis dos compañeros de viaje, es de película de miedo.

Titulábamos en la previa, “Gloria o Infierno en Alcalá”. Tocó infierno y el equipo vuelve a rozar los puestos bajos de la tabla. Sevilla, al igual que pasó ante el Betis B, sigue sin tener un color especial para los azules de De la Nieta. Semana movidita toca….. y mañana de nuevo a madrugar, y esta vez me gustará menos que el madrugón de hoy.