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F�tbol: Jornada 27 Segunda B Grupo I
  • Rafa
  • Dani Hernando
  • Dani Cancela
  • De La Chica
  • Dani Mallo
  • Cabanillas
  • Joaqui<70
  • Granada
  • Perona
  • Kik�n<51
  • Arroyo
  • Juanma>51
  • Ivo>70
  •  
  • Emilio Ferreras
1
2
 
  • Rojas
  • Amores
  • Manolo<60
  • Gal�n
  • Dupi
  • Richard
  • Andr�s Ramos<80
  • Esparza
  • David Sanz
  • Conget<92
  • Carlos Sanz
  • Leo Bermejo>60
  • Borrell>80
  • Juanma>92
  •  
  • S�nchez De La Nieta
 
Incidencias

Estadio La Aldehuela, alrededor de 1400 espectadores, más de medio millar del Puertollano. Mañana soleada y terreno de juego en regulares condiciones.

Goles: 1-0 (Min17) Arroyo (penalti); 1-1 (Min22) Dupi; 1-2 (Min90) Esparza (penalti).

Arbitro: Crespo García. Mostró tarjeta amarilla a  De La Chica, Granada y Dani Mallo (2) por lo que fue expulsado, por el Fuenlabrada, y a Manolo, Amores, Juanma y José Carlos (Preparador físico) por el Puertollano

EL PUERTOLLANO SE ENGRANDECE EN FUENLABRADA

 El fútbol lo engrandecen los buenos jugadores, los goles y sobre todo los partidos como el de hoy, en el que, por encima del juego, ha primado la emoción.

 Y no es que el partido haya sido malo, más bien al contrario. Ambos equipos han mostrado sus virtudes en el césped de La Aldehuela. El Fuenlabrada ha dejado claro que es un conjunto que sabe jugar al fútbol y el Puertollano ha recuperado en este encuentro su fiereza habitual, aquella con la que ganó los partidos en la primera vuelta, aquella que le ha convertido en un equipo respetado. Con el Puertollano no valen medias tintas.

 Pero como iba diciendo, la emoción ha primado sobre el resto del espectáculo y esa es la salsa de este deporte. Después de una primera mitad de grandes alternativas y un segundo tiempo de respeto y control, ha llegado un final digno de una buena película de suspense. La incertidumbre, la emoción y el misterio se instalaron en La Aldehuela para desembocar en un desenlace donde ganaron los buenos. Hoy, al menos, los mejores.

 Este partido es una excusa que va que ni pintada para que nos recuerden aquella frase de : “ni la semana pasada éramos tan malos, ni ahora tan buenos”. Evidentemente, aunque también es evidente que la mejora del equipo en el día de hoy ha sido palpable.

 El Puertollano, que se encontraba como en casa arropado por quinientos seguidores, saltó al campo con una alineación típica pero con alguna variante destacada. David Sanz volvía al once del que se caía ...Bustillo. Galán ha convencido al técnico y va a poner las cosas difíciles a los hombres del centro de la defensa.

CONTROL LOCAL Y OCASIONES VISITANTES

 Un dominio ficticio confundía a los hombres del Fuenlabrada. En el minuto tres los locales tuvieron el primer acercamiento importante en un remate de Dani Mallo después de un saque lateral pero esa fue la única llegada con peligro de los madrileños. A partir de ahí, las oportunidades solo tuvieron un color.

 En el minuto diez, avisó Carlos Sanz con un zapatazo a la media vuelta desde treinta metros. Diez centímetros más centrado y estaríamos hablando de uno de los goles de la liga. Dos minutos después, Richard cabeceó al larguero y en el quince, Conget disparó desde la frontal y Rafa, el mejor de los locales, respondió con una intervención antológica. Se podría haber terminado el partido ahí, pero sin embargo el marcador no se quiso mover. Bien por el espectáculo, mal por los corazones débiles.

 Como el destino es traicionero y la justicia pasa por el mundo del fútbol de refilón, fue el Fuenlabrada el que se adelantó en un penalti de Manolo a Dani Mallo. Arroyo no falló.

 El presumible jarro de agua fría solo sirvió para refrescar al Puertollano, que siguió creando peligro como si el gol local solo hubiera sido un mal sueño. En el minuto veinte, Andrés intenta la vaselina ante Rafa pero un defensor saca el balón bajo palos.

EMPATE INJUSTO

 El empate injusto, por raquítico o insuficiente según los méritos de uno y otro, llegó en el minuto veintidós. Saque de esquina de Carlos Sanz, rechaza la defensa y Dupi, desde el borde del área, cuela el balón lejos del alcance de Rafa.

 El “Fuenla” tuvo un ligerísimo acercamiento en el treinta después de una indecisión defensiva pero el remate se fue por encima de la portería de Rojas. Mucho menos peligroso que la ocasión que tuvo Conget en el minuto treinta y cinco. Buen pase de Andrés Ramos y el disparo del interior navarro lo despejó a bocajarro, una vez más, el insistente Rafa. El empate era un trofeo demasiado miserable para los méritos del Puertollano

 La segunda mitad fue opuesta a la primera. Los equipos recularon después de un primer tiempo vertiginoso. El Fuenlabrada seguía dominando el cuero pero con poca o ninguna profundidad en su juego ofensivo y el Puertollano se asentó en el terreno de juego mostrando su lado serio, alejado de la algarabía de la primera mitad. En este párrafo se podrían resumir los siguientes cuarenta y tres minutos, porque hubo una o ninguna oportunidad de gol. Cambios, alguna tarjeta y poco más.

EL PENALTI MÁS LARGO DEL MUNDO

 Pero, a veces, la justicia, aquella que pasaba de refilón por el mundo del fútbol, llega, aunque sea tarde y con mala leche.

 En el minuto ochenta y siete, una internada de Conget en el área finaliza en un penalti cometido por Dani Mallo, el colegiado no duda en señalar la pena y en ese momento se produce un paradigma futbolístico: Conseguir la victoria, de penalti y en el último minuto. De nada servían todas las oportunidades marradas de la primera mitad, aquellas que podían haber dejado la segunda parte en un mero entreno. El destino ya había marcado que la victoria tenía que producirse de esa forma, para disfrutarla aún más. Además el fútbol también es sádico, porque se disfruta mejor si la crueldad para el contrario es proporcional. Una derrota cosechada de esa forma ha tenido que ser un castigo salvaje y con saña para los madrileños.

 Para ponerle salsa y como todavía quedaban tres minutos para el noventa, el colegiado retardó el lanzamiento simplemente por esas minucias que solo están en la mente de un árbitro. O eso o que quería que algún corazón se saliera del cuerpo . Esparza marcó el penalti más largo del mundo y todos disfrutaron, excepto una chapela azul que murió victima de otro castigo cruel.

 La victoria ha llenado de nuevo el saco del optimismo pero habrá que tener la mosca detrás de la oreja y revisar los remiendos de dicho saco que con muy poquito se vuelve a descoser.

David Vozmediano
Deportellano