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F�tbol: Jornada 25 Segunda B Grupo I
  • Roberto
  • Moncho
  • Ricky<35
  • Aira
  • Germ�n
  • Oscar
  • Guirado<65
  • Uriz<35
  • Sergio
  • Pablo Rodr�guez
  • Marcos Suarez
  • Cuellar>35
  • Miguelez>35
  • Pablo Mart�nez
  •  
  • Juan Fidalgo
1
2
 
  • Ruiz Caba
  • Amores
  • Manolo
  • Bustillo
  • Dupi<73
  • Richard
  • Andr�s Ramos<80
  • Conget
  • David Sanz
  • Gal�n
  • Carlos Sanz<90
  • Juanma>73
  • Leo Bermejo>80
  • Novillo>90
  •  
  • S�nchez De La Nieta
 
Incidencias

Poco público en el Angel Garro. Aproximadamente unos 800 espectadores. El Puertollano estará apoyado en la grada por miembros del Fondo Marcador, Los Velitas y la Mini Peña Familiar.

ARBITRO: Cerezo Parfenof del Colegio Cantabro. Auxiliado en bandas por Ortiz Ungidos y Gutierrez Zubizarreta. Mostraron tarjeta amarilla a los locales Guirado, Germán, Aira, Oscar y Pablo Martínez y a los visitantes David Sanz y Bustillo

GOLES: 0-1 Min 15, Amores; 0-2 Min 31, David Sanz; 1-2 Min 48, Cuellar.

          TRES PUNTOS DE SUTURA

 Cuando se obtienen los tres puntos, se cumple el principal objetivo de este deporte. Si  se consiguen de forma sufrida, uno tiene la sensación de haber ganado mucho más y si además sirven para curar heridas, el botín no puede ser más suculento.

 El Puertollano llevaba varias semanas con una herida abierta que producía una perdida importante, más que de sangre, de puntos. Aquella ventaja tranquilizadora de semanas atras, poco a poco se había quedado bajo mínimos. Como el mal era de muchos, los aspirantes a patearlo del cuarto puesto eran capaces de meter la pata, semana tras semana, casi al mismo ritmo. A día de hoy y con unos perseguidores menos fiables que un super-aguri, el Puertollano saca partido a poco que haga medianamente bien las cosas. Los azules han cumplido y sus rivales siguen con su lucha en vano. Un día perfecto.

 No parecía la mejor jornada para sacar provecho. Esparza y Borrallo, fijos en el esquema, no estaban por diferentes motivos, por lo que a Sánchez De La Nieta le tocaba improvisar. El Daimieleño sorprendió a los mortales colocando a Manolo en el costado izquierdo y a Galán acompañando a Dupi. Después de unos primeros minutos de estudio minucioso del rival, llegó el primer gol. Cuarto de hora, David Sanz recibe el balón de un saque de banda de Manolo, deja a Andrés y el rechace de su remate lo aprovecha Amores para batir a Roberto. El lateral, que se ha hecho con un puesto fijo en el equipo, estrenó su casillero como goleador.

 El campo, rapidísimo por las lluvias caidas, no estaba para florituras y sí para accidentes laborales. El primero lo tuvo la defensa del Lugo, despejando de forma lamentable un balón que llegó franco a un charquito al lado de  David Sanz. El delantero no tuvo más que dar la bienvenida a tan bonito regalo con un espelendido disparo. Segundo gol que podría haber sido el tercero si un minuto antes Andrés hubiera aprovechado un mano a mano con Roberto. La cosa parecía tranquila pero nada más lejos de la realidad.

 Fidalgo movió banquillo a la desesperada y de él apareció Cuellar, al que creíamos prejubilado, pero resulta que de vez en cuando juega al fútbol. Antes de que el ex bético tomara el protagonismo, Conget pudo convertir la segunda mitad en un trámite pero su disparo, después de jugada personal, se marchó cruzado. En ese momento el Puertollano jugaba sus mejores minutos pero al equipo Gallego le empezaban a surtir efecto los cambios.

CUELLAR LE PUSO EMOCIÓN

Como el toque nunca se pierde y Cuellar siempre lo tuvo, su salida no pudo traerle al Lugo más que benefició. El que el delantero no juegue, debe responder a que su estado físico no debe ser muy boyante, porque al Lugo  le cambió la cara con su entrada. Al Puertollano también  le cambió la cara con su gol, que llegó a los  tres minutos de la reanudación. Falta directa lanzada por Cuellar, que toca en la defensa y se cuela lejos del alcance de Ruiz Caba.

El cero a dos es un resultado engañoso, un gol del equipo que va por debajo, no solo acorta las distancias, sino que eleva su moral al máximo. En esos momentos los azules vieron claro que tocaba sufrir.

El control del juego ya era del equipo local, pero hasta el minuto setenta y uno no crearon verdadero peligro. El protagonista no podía ser otro que Cuellar, que después de un buen pase interior de Marcos, remató a la media vuelta y Ruiz Caba respondío de forma estupenda. Áquí se acabó la polvorá de Cuellar y por extensión la del Lugo, que convirtió su juego en un dominio esteril y que hizo sufrir al Puertollano, más por los fantasmas de partidos contra el Alcorcón o el Sanse, que por el peligro real. Además el equipo azul con sus cambios, reforzó al máximo la línea medular hasta convertirla en una telaraña invisible casi imposible de traspasar.

 El tramo final alternaba achuchones de los locales y contragolpes visitantes, que amenazaban con terminar el partido de forma definitiva, pero el espectáculo no dio para mucho más.

 La jornada no  ha podido estar mejor dibujada, el Puertollano gana y sus rivales no. Para cerrar una herida, lo mejor son tres puntos.

David Vozmediano
Deportellano