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Difícilmente puede haber dos ciudades más similares en España. De pasado minero y presente industrial. Sacando la cabeza ante el ventajismo administrativo de sus respectivas capitales de provincia. Pequeñas ciudades que se abren camino a base de sus gentes y donde comer de pie es casi una obligación. Llegar al vetusto Linarejos es rememorar el antiguo Cerrú, aquel en que el Linares de la época le birlo un ascenso a segunda al entonces Calvo Sotelo. La presión se siente en ese estadio como en ningún otro. Por si fuera poco ambos equipos visten de azul. Sí, ya lo sé, Linares tiene El Corte Inglés pero démosle tiempo al tiempo.
No podía ser de otra forma, las aficiones están hermanadas y por ello mañana será vital ver el prepartido en la zona de tapeo de Linares. Todos se desearán suerte…pero a partir del lunes. Porque el partido es vital para ambos. El Puertollano llega descansado por la suspensión contra el Melilla. Un arma de doble filo. Desde la vuelta de navidad tan sólo han jugado un partido y el ritmo de competición no se adquiere únicamente entrenando. Por si fuera poco, el choque ante el Linares es el comienzo de una semana durísima que bien podría ser la particular “cuesta de enero azul”. Los puertollaneros saben que ganando el aplazado serían terceros ahora mismo pero también saben de lo inútiles y absurdas que son las cuentas de la lechera. Si bajáramos de la nube, recordaríamos que hace cien años que el equipo que dirige Jacobo Maestre no gana fuera de casa y que tampoco fue capaz de ganar a un Linares que visitó el Sánchez Menor en horas bajas, muy alejadas del momento actual. Es momento de olvidarse de posibles patrocinadores, fichajes o zarandajas. Es hora de jugar al fútbol.
El Linares es un equipo distinto al que visitó Puertollano. Aquel parecía un conjunto desahuciado que se encontró con un punto como el que gana el cuponazo. A día de hoy la película ha cambiado, afortunadamente para los linarenses. La victoria contra su eterno rival capitalino les dio vida y desde entonces solo han perdido un partido. Curiosamente fue en casa y ante el San Fernando, última víctima puertollanera. No hay que hacer de menos a un equipo que ha luchado contra la crisis con fútbol. Será un partido especial para Oscar Ventaja, que está acostumbrado a disputar play offs con el CD Linares y ahora busca hacerlo en el Puertollano. Si mañana tiene la oportunidad tendrá motivación extra.
Tomé tendrá difícil contar con David Fernández por lesión, además el central Cidoncha y Sestelo no entrenaron ayer por lo que serán duda de última hora. De la convocatoria de Jacobo Maestre se caen Regino y Pomar, este último ya está entrenando con el grupo. Vuelve Ortiz, que ya lo iba a hacer ante el Melilla, pero ocupará plaza en el banquillo.
Varios autobuses y coches particulares se desplazarán con el equipo a una hora y media de camino para presenciar a las cinco de la tarde un encuentro por todo lo alto. López Acera, extremeño, dirigirá el encuentro. Un colegiado de curiosas estadísticas. Este año solo ha arbitrado en el grupo IV pero nunca a la UDP ni al Linares y además con mayoría de victorias de los equipos visitantes. Que siga la racha.