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15/07/07 En honor a Pedro Justicia (Ex Presidente del Calvo Sotelo)
El 12 de julio de 2007 ha fallecido Pedro Muñoz Arias (Pedro Justicia, como se le conoció siempre porque así llamaban a su padre), uno de los hombres que más importancia tuvo en la historia del fútbol puertollanense durante el siglo XX. Pedro Muñoz Arias nació en Puertollano, en la calle Cardenal Monescillo, el 29 de abril de 1924. Tenía, pues, 83 años en el momento de su fallecimiento.

Amante del fútbol desde muy joven, lo que no le dio este deporte como practicante del mismo, se lo dio como directivo, tareas en las que empezó en 1953, cuando el entonces presidente del Calvo Sotelo, Julio De los Cobos, lo incorporó a su Junta en calidad de vocal. A partir de ahí, Pedro desarrolló una labor infatigable, primero como delegado del equipo de la Peña Deportiva y luego como delegado de campo, tarea que ejerció durante muchos años. Por otro lado, el ser un hombre de confianza de la Empresa Nacional Calvo Sotelo, le permitió estar a la sombra de los diversos presidentes que jalonaron la historia del club de Puertollano, incluida la época dorada, que comenzó con el primer ascenso a 2ª División en 1964.

Por ello, cuando llegaron las vacas flacas, al descender en 1971, Pedro ya había aprendido todo lo que un hombre debía saber si quería regir los destinos de un club de fútbol. Además, como se trataba de una persona muy relacionada en la ciudad (presidió la mítica Peña Luis Miguel Dominguín e impulsó en 1969 la construcción de un nuevo campo de fútbol situado en las 630), no fue muy complicado que en 1972 accediera al cargo de presidente del histórico club de Puertollano. El Calvo Sotelo estaba en 3ª (equivalente a la 2ª B actual), era entrenado por José Valdor Sierra, y el nuevo mandatario ostentaba, además, los cargos de Delegado Comarcal de Educación y Descanso, Delegado Comarcal de Educación Física y Deportes y concejal de Deportes del Ayuntamiento de Puertollano. Tenía 48 años de edad.

Así, muy poco tiempo necesitó Pedro Muñoz para rehacer el maltrecho club puertollanero: lo avalaban sus dotes innatas como directivo y su arrojo; lo demás lo hicieron sus buenas relaciones con el mundillo futbolístico nacional, especialmente con el Atlético de Madrid y el Betis de Sevilla. Si a eso le añadimos que fue capaz de atraer nuevamente a Puertollano a Rafa, el entrenador que casi plantó al Calvo Sotelo en 1ª División, Pedro reunió todos los ingredientes que permitieron el regreso del Calvo Sotelo a 2ª División en 1975.

Ese mérito ya nadie se lo podrá quitar jamás. En efecto, sorpresivamente, el club dirigido por Pedro Justicia (al que la todopoderosa ENCASO había dejado casi huérfano tras el descenso en 1971), un club casi sin dinero, conseguía, gracias a la intrepidez de sus directivos y al apoyo de los aficionados de la pequeña ciudad en la que nació, plantarse otra vez en 2ª División, ante los ojos casi atónitos, incluso de la propia población.

Y Puertollano volvió a disfrutar otra vez de la llamada División de Plata: fueron tres años más en los que el recordado Odair y muchos otros provocaron grandes tardes de gloria. Así, hasta que llegó 1978 y las tornas cambiaron ante el desacierto de las huestes entrenadas por Lalo y Carmona Ros. ¿O quizás es que Pedro Muñoz ya tenía que repartir demasiado su tiempo entre el fútbol y la política, pues su popularidad le llevó a convertirse en Diputado por la Unión de Centro Democrático (UCD) tras las primeras elecciones generales de la Democracia, que se celebraron el 15 de junio de 1977?

Sea como sea, Pedro Muñoz dejó su impronta indeleble en el club azul, y en la historia del fútbol puertollanense ocupa un lugar preeminente. Además, ya retirado de lo público, repartió entre sus amigos todo el afecto que era capaz de dar una buena persona como él. Que sirva este escrito para decirte adiós. Desde donde estés ahora, seguro que siempre alentarás a tu equipo. Ojalá volvamos a conseguir recuperar aquello que tú lograste.

© Luis F. Pizarro Ruiz, autor del libro “Fútbol y sociedad en Puertollano en el siglo XX”.