Liga: Jornada 19 Grupo IV

 

UNA CARICIA A LOS PLAY OFF´S
La UD Puertollano se queda a un sólo gol de los cuatro primeros después de un buen partido

 

 Un partido para disipar dudas. Volvió el fútbol floral. Calmante de los agoreros que pronosticaban el fin del mundo. Sí, es cierto que no era el rival más difícil posible. Al Menos por su situación psicológica y económica. Pero los aprietos también llegaron en forma de un césped infame (como sé que por esto también caen palos, pedimos disculpas adelantadas) Y no lo decimos nosotros, lo han dicho el entrenador local, el visitante y cualquiera con dos dedos de frente.

 El Puertollano fulminó al rival y minimizó los daños del empedrado a base de buen juego. Cuando éramos pequeños, jugábamos en la puerta de casa, nos raspábamos las rodillas y, a pesar de no jugar en tapetes, enseguida nos dábamos cuenta de quienes eran los virtuosos. Hoy también. El centro del campo local ha dado una clase maestra de lucha contra los elementos. Apareció el mejor Hernández de la temporada, un siempre competente Granada, un geniecillo llamado Honorio que siguió peleado con el gol hasta la segunda mitad y, sobre todos ellos, un sobresaliente Encinas.

DEMASIADAS OPORTUNIDADES FALLADAS

 Todo ello después del habitual, si me permiten la expresión, “aturronamiento” típico de la vuelta de la navidad. Duró un cuarto de hora y fue suficiente para que Casares, que robó el balón a Encinas, también hasta entonces “aturronado”, mandara el balón al palo en un buen chut. El resto de los acercamientos visitantes los zanjó la defensa comandada por Manu Arias. El capitán se siente importante y hace bien.

 A partir de ese primer cuarto de hora, la UD Puertollano combinó el buen fútbol con el despilfarro de oportunidades. En épocas de crisis, el despilfarro está mal visto pero en los jugadores azules la generosidad parece un don divino. Al fin y al cabo, todavía estamos en navidad. Si a ello le unimos que Raúl Iglesias tiene pinta de gran portero pues adivinen el resto. El derroche de la primera mitad comenzó en el minuto catorce, con un disparo de Valdés despejado por Iglesias, y terminó en el penalti. En medio, remates que se salvaron bajo palos, ataques mano a mano y la más clara de todas: gran intervención de Iglesias en un disparo de Hernández y en el posterior remate de Honorio que no acertó con todo a su favor. Hoy Raúl Iglesias tenía ángel.

 Y llegó el penalti. Aunque lo de menos fue el penalti. Vino precedido de una jugada magistral trenzada desde la defensa, que continuó con una apertura milimetrada de Hernández a Valdés y que terminó con la llegada del interior diestro al área, siendo derribado cuando se disponía a regalarle el gol a Tariq. Hubo protestas y dudas pero esa jugada merecía premio. Mientras Tariq transformó el penalti, recordaba lo que vio anoche en la tele. Si no es así no me explico tanta tranquilidad.

 POR FIN MARCÓ HONORIO

 No se había acabado el show de ocasiones al limbo. Tres minutos después de la reanudación, Honorio no aprovechó el servicio de Granada y el engaño de Tariq. No importaba, también para él había hoy premio.

 Los locales habían dado en el clavo a la hora de jugarle a una defensa con tres centrales. Las bandas debían ser protagonistas y lo fueron. Encinas fue el eje de la gran mayoría de los ataques azules y origen del segundo gol. Mediada la segunda parte, Granada tocó con sutileza a la izquierda donde partía un obús con el once a la espalda. Suerte que el balón se montó en marcha porque llegó hasta la línea de fondo. Ahí, Encinas la puso para que Honorio la metiera sí o sí. Golazo. Honorio acabó con su maldición ante el gol pero la pócima se la dio su compañero.

 El tercer gol que hubiera metido al Puerto en promoción no llegó. Pero sí llegó el debut de Carlitos Ureña, que tuvo cinco minutos para disfrutar e incluso pudo llegar al éxtasis si Encinas y él se hubieran entendido mejor en un contragolpe letal. Otra vez será.

 El Puerto está otra vez arriba. Después de unas semanas de dudas para algunos, puede ser que sea el momento de empezar a valorar lo que tenemos. O a responder aquello que decía Siniestro Total: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde Vamos?

 JACOBO MAESTRE: "Estaba tranquilo y sigo estándolo. No voy a entrar en valoraciones"

 

 

 

 

ANTONIO IRIONDO: "No hemos podido desarrollar nuestro juego. El campo era un barrizal"